Te poliamo

El departamento de Psicoanálisis y Sociedad, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), se cuestiona cómo en una época en la cual emergen y se hacen visibles presentaciones que aparecen como novedosas, nos sumergiremos en estos presuntos “nuevos” modos de amor, vinculaciones y configuraciones familiares. Luego se preguntan: “¿Es que se han desasido represiones y hay más libertad? ¿O es que cambió la sociedad? De los amantes ocultos a los amantes con derechos sociales, de la monogamia a la poligamia y al poliamor”.

Volvamos al comienzo ¿Se puede intentar dar una aproximación al concepto de Poliamor sin restringirlo? Parafraseando a Adrián Triglia quien escribió, en Psicología y Mente, que “La existencia de límites difusos de lo que puede hacerse y puede no hacerse en una relación poliamorosa ha hecho que, en ocasiones, se conozca a este tipo de afectividad simplemente como no-monogamia. Esto permite cubrir un abanico de tipos de relaciones muy amplio, que no encorseta las diferentes maneras de vivir el poliamor”.

Otro concepto, no definido por la negativa, plantea que es la relación simultánea de tres o más en la cual todas las personas que la integran son conscientes de que su pareja o parejas no tiene exclusividad afectiva y/o sexual. De esta forma se erradica el concepto de infidelidad, ya que esta solo existe cuando a una de las dos partes de la pareja se le oculta una vinculación amorosa y/o sexual por fuera del vínculo monogámico.

El tema se instaló en la agenda mediática, hace un par de meses atrás, gracias a la actriz Florencia Peña. En septiembre pasado se filtraron unos audios de su pareja con otra mujer. El debate siguió escalando hasta que Peña salió a contar su punto de vista. “Quiero que sepan que con Ramiro tenemos una relación consensuada y abierta, donde ninguno de los dos hace algo que antes no haya sido hablado. Obvio que no tengo ganas de escuchar detalles en un audio, como él tampoco querría escuchar detalles del mío. Él fue inexperto, eso ya lo hablamos”, arrancó Florencia. Y agregó: “Nosotros estamos juntos porque nos amamos, pero tenemos (relaciones) y nos vemos con otras personas”.

“Los matrimonios abiertos existen desde siempre, pero a la larga nunca funcionan”. Declaró recientemente, en el periódico The New York Times, la antropóloga Helen Fisher. Su misiva ha sido cuestionada por las numerosas celebridades que dicen tener este tipo de relación, y por el casi millón de compatriotas estadounidenses de Fisher que están dando una oportunidad al poliamor.

En ese mismo artículo, se señala que el poliamor tiene que como trasfondo un cambio en el rol de la mujer dentro la sociedad. Como argumenta Libby Copeland, “el amor libre se opuso a la tiranía del matrimonio convencional y, en particular, a la manera en que el matrimonio reducía la vida de las mujeres a tener hijos, encargarse de las monótonas tareas del hogar, quedar sin amparo legal y, con frecuencia, tener sexo sin amor”. Luego completa: “La comunidad del poliamor tiene, sin duda, una inclinación feminista; las mujeres han sido esenciales para su creación, y la ‘igualdad de sexos’ es un principio públicamente reconocido de esta práctica”.

Jacques Derrida se refirió, en una entrevista realizada por Le Monde Diplomatique en 2004, al término “deconstrucción”. Allí, el filósofo estructuralista, dijo que: “deconstruir no es disolver o de destruir, sino analizar las estructuras sedimentadas que forman el elemento discursivo, la discursividad filosófica en la que pensamos. Este análisis pasa por la lengua, por la cultura occidental”. Luego añadió: “La palabra existía ya en francés, pero su uso era muy raro. A mí me sirvió en primer lugar para traducir un par de palabras: la primera que viene de Heidegger, quien hablaba de “destrucción”, la segunda que viene de Freud, quien hablaba de “disociación”.

Asistimos a un momento histórico en el que determinadas estructuras se están destruyendo, otras se están disociando, y algunas se están deconstruyendo. “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”, le decía Elsa (interpretada por Ingrid Bergman) a Rick (Humphrey Bogart) en uno de los momentos más memorables del clásico film Casablanca. ¿Qué dirían hoy esos mismos personajes si la escena volviera a realizarse? ¿Acaso Elsa le diría a Fred “el mundo se deconstruye y nosotros nos polienamoramos”?