Luego de la aceleración de la crisis, los movimientos sociales agudizaron sus reclamos en vías de declarar, de forma urgente, la emergencia alimentaria.
“La declaración de la emergencia alimentaria le da potestad a la Jefatura de Gabinete para direccionar partidas presupuestarias para atender un eventual problema alimentario e implicaría que el Gobierno brinde más asistencia y aumente la entrega de alimentos a comedores escolares y comunitarios, merenderos y otros lugares donde los más necesitados reciben la ayuda que necesitan. También contempla medidas para asistir a adultos mayores que precisen asistencia”, señala el periodista Matías Tercic en una nota publicada en Infobae.
No es la primera vez que ocurre esto en la Argentina. Durante la presidencia de Eduardo Duhalde, en enero de 2002, se decretó. Allí se señalaba “la gravísima crisis por la que atraviesa nuestro país, alcanzando extremos niveles de pobreza, agravados por una profunda parálisis productiva, tornándose obligatorio instrumentar las medidas necesarias y adecuadas para paliar tal situación”.