El Indio Solari dijo en la Revista Orsai: “Hoy el vínculo con la tecnología es tal que los chicos trasladan a sus vidas la lógica de la violencia que circula en los foros de internet o en la televisión. El bullying, por ejemplo. A mí no me tocó una infancia con el grado de agresividad que vemos hoy”.
Luego continuó: “Estamos muy vinculados con las tecnologías, y las tecnologías son transmisoras de mandatos e intereses que uno desconoce. Vivimos en un mundo donde las corporaciones son muy poderosas, pero las personas que integran sus directorios no son tan poderosas como la corporación en sí misma, que comienza a ser como un monstruo, una suerte de transformer extraño. En ese sistema cualquiera te puede decir: ´Mirá, yo soy el boludo que está acá, pero en definitiva no tengo ningún poder de decisión´. Había una época en la que podías matar a tu jefe. Hoy no matás a nadie”.
Christian Ferrer -ensayista, sociólogo, y profesor titular en la cátedra Informática y Sociedad en la UBA- es un reconocido pensador sobre la filosofía de la técnica. En una entrevista brindaba a Pagina/12, Ferrer señaló: “Hasta donde sé, por más que las redes de computadora permitan mayor velocidad y prolijidad y sincronicidad e interconexión, nadie sale antes de cumplir el mismo horario de siempre ya estipulado en fábricas y oficinas. ¿A quiénes les ahorra tiempo entonces? A los dueños de las empresas, que ven de este modo multiplicada la productividad de los trabajadores sin que ello redunde necesariamente en aumento del salario. Las tecnologías ni son neutras ni son de por sí “benefactoras”, ingresan en instituciones que determinan sus usos y, que yo sepa, vivimos en una sociedad industrialista, productivista y con poderes y jerarquías bien conocidos. Por el mismo andarivel, lo mismo que permite la interconexión también lo hace con la vigilancia, y eso no se le escapa a nadie, como a nadie le está permitido escaparse de ese destino. La llave maestra de la ´libertad´ también lo es del control”.
Esta problemática del control mecanizado la planteó Charles Chaplin en el film “Tiempos Modernos” (1939). Allí narra magistralmente el apogeo industrial en la que los trabajadores se convierten en piezas de las máquinas, llevando adelante labores repetitivas. En la película, la fábrica entera está debajo de la orwelliana mirada del dueño que controla todo al estilo Gran Hermano.
Michel Foucault, en “Vigilar y Castigar”, estudia a través del régimen penitenciario del siglo XVIII y XIX, las tecnologías de control y la microfísica del poder presentes en la sociedad. Para que exista una vigilancia (in)visible, e inspectora, primero hay que construirla. Aquí va una didáctica animación que ejemplifica algunos de estos puntos a través de un parque de diversiones.
El ojo del Big Brother foucaultiano adoptó diferentes formas a lo largo del tiempo pero no ha modificado su esencia. En la actualidad su presencia es más etérea y más eficaz su incidencia. Esta semana, Facebook cumplió 15 años de vida. Si bien el negocio goza de excelente salud -si de números hablamos-, aún trata de reponerse de los vaivenes en el precio de sus acciones luego del escándalo producido por la filtración de datos en el caso de Cambrigde Analytica.
Repasemos algunos puntos. Cambridge Analytica es la consultora de comunicación acusada de haber obtenido información de millones de usuarios de Facebook violando la privacidad de los datos. Utilizaron modelos computacionales y psicología cognitiva. De esta forma construyeron los perfiles de los votantes en Estados Unidos. Julieta Dussel, escribió en Página/12 sobre este tema cuando apareció la noticia. Allí señaló que “a partir ´datos´ de cada uno de ellos como (gastos con tarjeta de crédito, movilidad por el uso de los smartphones, lectura de diarios, programas de TV vistos y sobre todo los “me gusta” en Facebook). Así consiguieron conocer los gustos, valores, temores de cada votante y a partir de esto pudieron crear un mensaje de campaña personalizado a la medida de cada uno de ellos”. Luego agregó que “para entender cómo trabaja CA se puede ver en Youtube una charla que su CEO, Alexander Nix, dio en marzo de 2017, en el ´Online Marketing Rockstar´. Nix dice que CA utiliza tres metodologías que –usadas conjuntamente– cambiaron la manera en que se hace marketing político: Las Ciencias del Comportamiento (Psicología), el Análisis de Data (Big Data) y la publicidad personalizada”.
Con el exponencial crecimiento de los smartphones y las aplicaciones móviles, Facebook emprendió, en 2014, la compra de WhatsApp (en la módica suma de US$ 19.000 millones). No creeríamos que el emporio adquirió el servicio de mensajería instantánea únicamente para enviarle emoticones a familia y amigos. El servicio es gratis y tampoco tiene publicidad, mecanismo que otros sitios gratuitos, como Facebook, utilizan como modelo de negocio. Entonces, ¿cómo ganan dinero?
En una nota publicada en el sitio de la BBC, el CEO de la compañía señaló: “La estrategia de WhatsAPP para hacer dinero son los servicios profesionales. Whatsapp funcionará para comunicarte con negocios y organizaciones. Esto significa comunicarte con tu banco sobre si una transacción reciente fue fraudulenta o con una aerolínea por un retraso de un vuelo”, dijo la compañía. Luego completó: “Sería una especie de servicio de pago de atención al cliente, donde las grandes empresas pagan a Whatsapp para comunicarse y registrar las solicitaciones de sus clientes. De esta manera, Whatsapp se convertiría en una plataforma digital como ya lo ha hecho Facebook Messenger, la otra aplicación de mensajería de la red social que cuenta con 800 millones de usuarios. Whatsapp cuenta con 990 millones de usuarios en todo el mundo, por lo que tener un servicio de comunicación con empresas seguramente afectará a todo el mercado de software de atención al cliente, así como a los modelos basados en llamadas telefónicas para realizar reclamos”.
WhatsApp aseguró que ni siquiera ellos mismos pueden descifrar el contenido enviado a través de su aplicación. Esto puede hacerse, según fuentes especializadas, gracias a un protocolo llamado Signal y diseñado por Open Whisper Systems, una comunidad de voluntarios en todo el mundo que se dedica a desarrollar software de código abierto. ¿Habrá que creer que el Big Brother en esta oportunidad no estará controlando la información que por ahí fluye?
En la Revista Red Bioética le consultaron a Ferrer sobre qué esperar de Internet y la tecnología para el futuro. El catedrático respondió: “Mayores transfiguraciones, mucho antojo y más control, y todo eso ya es bastante. Es una criatura que evoluciona al ritmo de nuestras psicopatologías, amén del consumo y la ilusión de hacer contacto con náufragos que no tienen otra cosa que hacer en el tiempo liberado del trabajo. O quizás sea una voluntad de poder en sí misma, como en su tiempo lo fue la televisión, y antes otras propagaciones de la fe. Es, claro está, un laberinto acogedor del que no se sale por arriba. Puede pasar al olvido en algunas décadas. Se inventará otra cosa, tipo telepatía obligatoria. Quién sabe”.